Dr Matías Yuraszeck

El Dr. Yuraszeck fue un hombre modelo por su vida metódica. Fue del carácter más moderado y abstinente; tranquilo, sin nerviosidad: su letra tan clara y legible, como si fuese escrita a máquina: por cierto un fenómeno raro y noble en un Médico. En el sentido filosófico fue afecto al estoicismo, sin pretensiones. Su régimen de vida fue un ejemplo para sus clientes; no indicaba solamente el camino, sino él mismo anduvo aquel camino, que sobrepasa las vanidades de este mundo, buscando entre las finalidades de la vida, las verdaderas, naturales, legítimas y duraderas. Así es retratado el doctor Matías Yuraszeck en el “Libro de la Provincia de Llanquihue”, obra editada por el Comité de Defensa y Adelanto Regional de Puerto Montt, publicado en 1943. Junto con entregar algunos datos biográficos, el libro incluye estos aspectos de su personalidad. Gracias a la vida metódica que se menciona, y a sus condiciones para los negocios, disponía en sus últimos años de cierta fortuna que, en gran parte, legó a instituciones o causas que consideraba de gran utilidad para los pobres, como el Hospital Santa María, la Cruz Roja y la Gota de Leche.

Luego de su muerte, la Logia Masónica a la que perteneció dando cumplimiento a una de sus disposiciones, donó a Bomberos una propiedad ubicada en calle Guillermo Gallardo, lugar en que se levantará un edificio de dos pisos, para ser ocupado como sala de máquinas, el primero, y el segundo, como Biblioteca Pública. Matías Yuraszeck había nacido en Alemania en 1856 y llegó a la zona junto a sus padres, quienes provenían de la Alta Silesia.

Realizó estudios primarios en el Colegio de los Padres Jesuitas de Puerto Montt y las humanidades en el Seminario San Carlos de Ancud. Se trasladó luego a Santiago para estudiar Medicina en la Universidad de Chile, y al estallar la Guerra del Pacífico, habría prestado atención médica a las tropas chilenas. Una vez finalizado el conflicto regresó al sur y trabajó como médico cirujano en varias ciudades: Achao, Castro, Maullín y Calbuco. Estos lugares no contaban con hospitales, tal como ahora se les conoce; quienes llegaban para atender a los enfermos debían enfrentar grandes dificultades, tanto en el acceso geográfico como en la atención a las personas. En Calbuco se registra al doctor Matías Yuraszeck como “uno de los pioneros de la atención sanitaria”, destinado al lugar en 1888, con un sueldo de $500. Fue el primer director que tuvo el Hospital San José de Puerto Varas. A partir de 1920, ocupó la dirección del Hospital Santa María de Puerto Montt, cargo que ejercería hasta su muerte. Durante su desempeño, el doctor Yuraszeck donó la suma de diez mil pesos de la época, con el fin de crear una Sala de Maternidad en dicho hospital. La iniciativa no logró concretarse y la donación fue invertida, con su consentimiento, en el Pabellón de Pensionados. Formó parte de la Logia Masónica Luz Austral Nº61 de Puerto Montt; estuvo ligado por varios años al Banco Llanquihue, institución regional que había sido fundada en 1888, y como bombero voluntario llegó a ser Director de la Cuarta Compañía. En ejercicio del cargo, aparece firmando el Acta de Recepción del Cuartel de la Sexta Compañía, que se incorpora como tal al Cuerpo de Bomberos, con fecha 29 de noviembre de 1925. A pesar de sufrir de tuberculosis pulmonar, alcanzó a vivir 70 años, trabajando. El 24 de julio de 1926, en una Junta General de Accionistas del Banco Llanquihue, se comunica oficialmente a dicha Junta, que “había fallecido el Presidente de la Institución, Dr. Matías Yuraszeck H.” y se pide “al mismo tiempo se dejase constancia en el acta de este fallecimiento por los servicios prestados por el extinto durante el largo período que tomó parte en la dirección del Banco como Director, Vice-Presidente y Presidente”. El doctor Matías Yuraszeck había muerto el 2 de julio de 1926 y su deceso provocó gran consternación entre quienes conocieron su labor profesional, social y filantrópica.

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